La votación a través del móvil desde el punto de vista de la tecnología se puede. Desde el de las infraestructuras y seguridad aún no.
Pensar en el voto electrónico ahora mismo en España es ser un poco visionario, ya que aún no se tienen las infraestructuras ni la confianza necesaria. Sin embargo tampoco podemos hablar de un imposible si hay países donde ya se está realizando de esta manera.
La empresa GFI España, dedicada al trabajo con la informática, ha creado un sistema basado en tecnología “blockchain” el cual ha sido implementado en “SmartVote”, una app encargada de gestionar el voto electrónico. Aquí es necesario hacer un inciso para explicar de forma breve qué significa blockchain.
“Blockchain” significa en español “cadena de bloques”. Se refiere a una base de datos que emplea la criptografía para proteger su contenido, de forma que para descifrar un bloque se precisa descifrar los anteriores. Por ejemplo, es el método que usan las e-wallets para proteger tus datos durante las transacciones.
El empleo de un nuevo sistema necesitaría de un desembolso importante. En primer lugar, para poder implementarlo en toda la región y aunque esto puede asustar, según estudios saldría más barato que el actual sistema de votación, por lo que en el sentido económico tampoco ha de suponer ningún problema una vez esté establecido. De hecho, generaría un ahorro que podrá ser empleado en otros sectores más importantes de la sociedad como la educación o la sanidad.
Otro posible problema sería que las infraestructuras donde se usa blockchain son privadas, pero se puede crear una pública controlada por el gobierno. Así que este problema tiene una solución viable. Sin embargo, sí que hay un impedimento importante que requerirá de tiempo y esfuerzo poder superar: El ser humano.
Vivimos en la era tecnológica, pero aún hay muchas personas que todavía no son capaces de desenvolverse a la hora de trabajar con los dispositivos electrónicos. De ahí que si queremos implantar este sistema, necesitamos educar a las personas previamente para poder usarlo. Es algo imprescindible para cambiar el sistema.
Por último, entra en juego la presión de realizar el voto electrónico desde casa con los familiares al lado. En el sistema actual contamos con la privacidad de la cortina. Tu voto es secreto, ya que se encuentra en un sobre que no se abre hasta el recuento. En cambio, votar desde casa podría influenciarte a elegir un partido en concreto. Y no habrá nadie que corrobore que todo el proceso se ha realizado de forma 100% libre.
