Cada vez nos encontramos con más necesidad de estar permanentemente conectados, y para ello, la batería de nuestro móvil es clave.
Los fabricantes de móviles tienden a minimizar el grosor de sus dispositivos para mejorar estéticamente dichos terminales. Todo ello tiene un inconveniente, a menor grosor, mejor debe ser la optimización de la batería para que la duración no se vea reducida. Por lo tanto, tengamos una experiencia de usuario peor. Para ello, los fabricantes de teléfonos han innovado en este sistema con la denominada «Carga Rápida». La cual promete recuperar un alto porcentaje de batería en poco tiempo.
Esta nueva tecnología es posible gracias a las tecnologías del procesador y a diversos procesos que se encuentran configurados en el teléfono. De esta manera, solo podemos poseer las ventajas de la de carga rápida si nuestro dispositivo es compatible, así como nuestro cargador.
Un cargador «normal» (que no posea este tipo de tecnología) carga nuestro terminal con un voltaje máximo de 5V y un amperaje entre 1A y 2A. Mientras que un cargador que sí posea este sistema de carga rápida, nos dará un voltaje entre 5V y 12V y un amperaje entre 1A y 2A. Indicamos estas oscilaciones porque este tipo de sistemas actúan de tal manera que al principio de la carga, cuando nuestro dispositivo se encuentra con poca carga, trabajan al máximo de su potencia. Tras recuperar entre el 50% y 60% del porcentaje de la batería, disminuye su intensidad para salvaguardar y alargar la vida de la batería.
Este sistema de carga rápida, como ya hemos citado anteriormente, está directamente relacionado con el procesador. Por ello, los fabricantes, tras lanzar su propia tecnología de carga rápida, la patentan con un nombre significativo para su marca.
A continuación, veremos algunos de estos ejemplos:
- Quick Charge: patentado por Qualcomm, este sistema es de uno de los pioneros en esta tecnología. Ya que cuenta con la mayoría de dispositivos del mercado. Asegura una autonomía de 5 horas en tan solo 5 minutos.
- Pump Express: el segundo fabricante de procesadores de teléfonos más reconocido, MediaTek. No podía faltar en esta lista, prometiendo una autonomía de 4 horas en tan solo 5 minutos.
Otros fabricantes tales como Huawei patentando su «SuperCharge», Oppo con su «VOOC» y OnePlus con su «DashCharge». Son otros ejemplos de implementación de esta tecnología, prometiendo entre el 60% y 75% de la autonomía en 30 minutos.
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