Cómo la BSA utiliza cartas de amenaza para intimidar a las empresas con posibles infracciones de software ilegal
La BSA (Business Software Alliance) es una organización que representa a grandes empresas de software, encargada de proteger sus derechos de propiedad intelectual. Una de sus prácticas comunes es enviar cartas a empresas sospechosas de utilizar software ilegal, donde se menciona la posibilidad de haber infringido los derechos de propiedad intelectual. Estas cartas suelen estar redactadas de manera intimidante y detallan acciones legales que podrían tomarse en caso de confirmarse las infracciones, utilizando un lenguaje jurídico que provoca miedo en los destinatarios.
Estructura típica de la carta de la BSA
Las cartas de la BSA suelen incluir acusaciones de uso de software ilegal sin que se presenten pruebas contundentes en ese momento, aprovechando la incertidumbre y el miedo del receptor. Este tipo de comunicaciones mencionan artículos de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), que regulan la protección de los derechos de autor y las infracciones que podrían derivarse del uso no autorizado de software. Aunque las cartas están redactadas de forma que parece que ya se ha realizado una investigación profunda, en muchos casos, las afirmaciones son suposiciones iniciales para provocar una reacción rápida y alarmante.
El objetivo principal de estas cartas es generar temor e incitar a las empresas a reaccionar sin evaluar su situación de manera adecuada. Las empresas suelen estar bajo la presión de evitar litigios costosos, lo que lleva a que muchas veces respondan a las demandas de la BSA sin saber si realmente han incurrido en alguna infracción.
Las cartas de la BSA suelen mencionar los siguientes artículos de la Ley de Propiedad Intelectual (LPI) para reforzar su argumento:
- Artículo 17: Este artículo establece los derechos exclusivos del autor sobre su obra, otorgando la potestad de autorizar o prohibir la reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de la misma. En el contexto de software, se refiere a la posibilidad de controlar quién puede utilizar o copiar el software.
- Artículo 18: Extiende los derechos del autor, asegurando que cualquier explotación de su obra, en cualquier forma, requiera autorización explícita. Esto implica que las empresas no pueden instalar o utilizar software sin contar con una licencia adecuada, ni realizar copias de respaldo sin autorización.
- Artículo 99: Regula los derechos de explotación de las obras, indicando que cualquier uso no autorizado, incluyendo la reproducción o almacenamiento en soportes electrónicos, constituye una infracción. Este artículo es particularmente relevante para empresas que almacenan software en servidores o lo distribuyen sin licencia.
- Artículo 102: Establece las acciones legales que pueden tomarse en caso de infracción de los derechos de propiedad intelectual. Estas incluyen desde la posibilidad de iniciar procedimientos judiciales hasta la solicitud de indemnizaciones por daños y perjuicios. En el caso del software, esto podría resultar en multas o incluso el cese de actividades de la empresa si no se regulariza la situación.
Posibles infracciones mencionadas en la carta de la BSA
En las supuestas investigaciones preliminares que suele mencionar la BSA en sus cartas, suelen incluir tres tipos de posibles infracciones basadas en la LPI:
- Copia de software: Se refiere a la creación de copias no autorizadas de programas informáticos. Las empresas que realizan esto, ya sea para distribuir o para uso interno sin la licencia adecuada, estarían infringiendo la ley.
- Almacenamiento en soportes electrónicos: Las empresas que almacenan software sin licencia en sus servidores o dispositivos están incurriendo en una violación, según lo establecido en el artículo 99 LPI.
- Posesión de copias no autorizadas: Esta es una de las acusaciones más comunes en las cartas de la BSA, ya que alegan que la mera posesión de software sin licencia, con conocimiento de su ilegalidad o sin verificar su legalidad, es motivo suficiente para iniciar acciones legales.
¿Qué hacer si recibe una carta de la BSA?
Si una empresa recibe una de estas cartas, lo primero es no entrar en pánico. Es importante contratar un perito informático para realizar una auditoría interna de todo el software instalado para identificar cualquier posible infracción y regularizar cualquier licencia faltante. Además, es fundamental contar con asesoría legal especializada en propiedad intelectual y derechos de autor para evaluar si las acusaciones tienen fundamento real o si se trata de una maniobra intimidatoria.
Las cartas de la BSA, aunque amenazantes, no son una sentencia definitiva. A menudo, su objetivo principal es que las empresas accedan a sus demandas sin necesidad de llegar a un litigio. Por eso, es esencial evaluar la situación legal de la empresa con calma y con la asesoría adecuada antes de tomar cualquier decisión.
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Si su empresa ha recibido una carta de este tipo, la clave está en actuar con prudencia, realizar las verificaciones necesarias y buscar regularizar cualquier situación que pueda ser interpretada como una infracción, protegiendo así tus operaciones empresariales.
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